El consumo de drogas por
parte de los adolescentes es algo que, por desgracia, se encuentra
totalmente extendido en nuestra sociedad. Tal y como comentó la Sra.
Ruth Castillo (Projecte Home), el número de adolescentes que
actualmente toman drogas es de casi el 20%. Realmente se hace difícil
de imaginar que en una clase de 20 alumnos, 4 tomen algún tipo de
sustancia estupefaciente.
Sin embargo, a pesar de
los peligros de las drogas que se comentaron en la charla, no se
mencionó la existencia en la actualidad de la droga que
probablemente sea la más devastadora del mundo: la
metilendioxipirovalerona (MDPV), también conocida como droga
canibal. Conocida con este nombre porque el consumidor tiende a
agredir violentamente a sus víctimas, incluso con mordiscos.
Esta droga se vende a
través de internet como sales de baño, los efectos de esta droga de
síntesis pueden llegar a alargarse
hasta durante siete días. Se estima que es del orden de 8 o 10 veces
más potente que la morfina. La persona que la consume sobre
paranoias, instintos suicidas, psicosis, pérdida de sentido del
cuerpo (hasta tal punto de no notar dolores tan fuertes como las
roturas), náuseas, taquicardia, agresividad
e incluso sensación de que todas las personas de alrededor pretenden
atacar al consumidor; la única forma de acabar con la agonía
es esperar a que los efectos se pasen solos o intentar
contrarrestarlos con fármacos como el valium.
Dicen los expertos que el MPDV afecta concretamente
a dos sustancias. La alteración de la primera, la noradrenalima,
provoca un aumento de la temperatura del cuerpo (lo que explica que
muchos de los que la consumen acaben desnudándose), además
de acelerar el corazón y la respiración. La otra sustancia alterada
es la dopamina, causante de la esquizofrenia, alucinaciones y
paranoias.
El dato más escalofriante es que un adicto tiene
una esperanza de vida de no más de 3 años. Sorprendentemente, y a
pesar de la gravedad de la situación, no he visto todavía ninguna
campaña informativa sobre el peligro de esta droga.